viernes, 24 de abril de 2009
martes, 21 de abril de 2009
Antítesis II
No la miré, me daba asco, como todos y todas me decían “Suerte, todo irá bien” no sé qué cojones hago aquí, no estoy enferma, solo quiero estar delgada, no es un delito. Caminé en dirección a la sala de espera de endocrinología. Y entonces la volví a ver, Mobby dick estaba allí, me volvió a mirar, pero esta vez no se asustó, la miré a los ojos con crueldad, y rápidamente aparto la vista de mi camino. La sala estaba en silencio, mierda. No me gustaba el silencio, el silencio le daba la razón a todo el mundo… Y entonces pasó lo que tuvo que pasar, mi estómago empezó a sonar y entonces todos aquellas personas gordas, con sobrepeso, obesas ya fueran niños, abuelos, abuelas, padres, madres, tíos, tías, jóvenes, dirigieron la atención hacía mi… “¡Mierda, mierda, mierda, mierda!”
- Mamá voy al lavabo ahora vuelvo.
Salí del lavabo, mi madre no me miró, ni pronunció palabra, últimamente nuestra relación madre e hija se había ido rompiendo, no tenía amigos, mi hermana no me hablaba, ningún chico me quería, hacía tiempo que nadie me dirigía la palabra, pero yo estaba segura de que cuando consiguiera estar más delgada, ellos volverían arrastrándose a mi y me harían caso. Entonces, ella otra vez… Me miraba con cara de lástima, me daba rabia, la odiaba, suerte que no éramos amigas. Aquella chica debía medir un metro sesenta y cinco a grosso modo y debería pesar unos
- Anna Gonzalez?Era mi turno, me levanté y todo el mundo me volvía a mirar, “Que os jodan vacas” pensé.
V;
lunes, 20 de abril de 2009
Antítesis I
- Mamá, vámonos de aquí, tardan demasiado y estamos perdiendo el tiempo...
- Anna, ahora no podemos, no puedes echarte atrás, has de ser fuerte, ahora más que nunca...
Seguía contando las personas que entraban y salían por aquella puerta automática de cristal, cuando llegaba a cien volvía a empezar, era una forma muy simple de distracción, entonces la ví, aquella chica contaba como dos personas, dios mío… La miré, la volví a mirar, hasta que me pilló, me miró con cara de susto y evidentemente me sentí ofendida, “No se habrá visto al espejo” pensé; retiró la mirada y siguió caminando.
GOGORDA, FOCA, VACA, MORSA, BALLENA, FEA, FOFA, MONSTRUO, ZEPELÍN, MOBBY DICK, OBESA, PELOTA, GOR-DA DE MIER-DA… y así consecutivamente, me subo al coche haciendo grandes esfuerzos, mi madre cierra la puerta. Silencio… Mete la llave y el motor se enciende. Miro por la ventana. Silencio… Veo a mi madre que me mira a hurtadillas por el retrovisor, sigo mirando por la ventana. Llegamos. Aparca. Se baja del coche, me echo a llorar. Me abre la puerta, me ayuda, consigo salir del coche. Maldito verano, estoy sudando y entonces como por arte de magia viene una ráfaga de aire frío, me gusta, me alivia… Caminamos hasta la puerta de cristal, la cruzó, miro hacía el suelo, sé que me están mirando, miran mi culo, mis piernas, mis brazos, mi… Mi barriga…
Y entonces la veo a ella, me está mirando “Wow” me asusto. “Con lo fácil que sería todo si yo fuera como ella” se ofende, me mira con asco, decido seguir adelante agachando la cabeza, para que nadie pueda verme.
- ¿Carla?¿ Carla que más? Vale, lo tengo. Planta seis, endocrinología.
Asentí, notaba su mirada en mí, comencé a moverme por el pasillo en dirección a la sala de espera, notaba como me miraban, como el estruendo de mis pasos en el suelo les despertaba una cruel mofa en verso a mi cuerpo, les odiaba, les odiaba a todos y a cada uno de ellos.
Antítesis; V.
sábado, 18 de abril de 2009
Supéralo.
En el fondo del mar...
No importa, tú habrás de encontrar mi botella y yo tu botella, no importa el tiempo que tardemos en encontrarla, solo quiero que la busques y cuando la encuentres quiero que la abras con mucho cuidado y intentes hacer que uno a uno mis sueños se hagan realidad, una vez más no importa cómo, sinó porqué y no te preocupes por tus sueños, estan a salvo conmigo.Sobretodo no sientas miedo si por casualidades de la vida no la encuentras porque entonces lo único que te pediré en ese precíso instante, será que no te rindas y abandones mi botella...
Confío en ti...
viernes, 17 de abril de 2009
The girl who can't be moved
Un día más ella vuelve del mismo banco delante de la misma cafetería, por el mismo camino, con la misma sensación de vacío, sintiendose igual de pequeña, igual de sola... Han pasado 8 meses desde aquello y no hay día que poco o mucho ella no piense en él, no hay día que ella no vuelva al sitio donde se despidieron por última vez, siempre con la esperanza de que algun día, él volverá.
No importa lo empinada que sea la cuesta.
Siempre vuestra;
V.