Nunca habían sido nada, nunca sus labios tocaron los del otro, se fundían con una mirada, sabían lo que querían, pero siempre había un pero…
Él nunca supo valorarla o así se sentía ella, ella nunca le entendió o así se sentía él, se querían, o eso decían, pero lo único que lograban era hacerse daño el uno al otro con sus palabras, con sus acciones.
Nunca llegué a comprender su historia, nunca entendí que les separaba y que les unía a la vez, que les hacía sacar lo peor de cada uno, qué era lo que hacía que ella volviera a él ni qué era lo que hacía que él la perdonara…
Nunca llegué a comprender su historia, nunca entendí que les separaba y que les unía a la vez, que les hacía sacar lo peor de cada uno, qué era lo que hacía que ella volviera a él ni qué era lo que hacía que él la perdonara…
Nunca supe si lo suyo era amor u odio, eran demasiados sentimientos juntos, eran como polos opuestos, a la que sucedía una coincidencia i se acercaban más de lo normal, ella volvía, no importaba los meses que hacía que ella se había marchado, ni la causa por la cual se esfumó del mapa, ella acababa volviendo, eran como el polo Norte i Sud.
Había momentos en qué ella me decía que llegaba a odiar esa reacción, esa sensación de necesitarlo, esa atracción hacía él, de querer estar a su lado, de poder abrazarle, besarle, de poder hablar con él sin miedo a que él dejara de quererla, nunca me lo dijo pero yo sé que ella siempre había ansiado poder quererle, sin condiciones…
Había momentos en qué ella me decía que llegaba a odiar esa reacción, esa sensación de necesitarlo, esa atracción hacía él, de querer estar a su lado, de poder abrazarle, besarle, de poder hablar con él sin miedo a que él dejara de quererla, nunca me lo dijo pero yo sé que ella siempre había ansiado poder quererle, sin condiciones…