Pero guardó en su corazon un cuarto secreto en forma de vagon de metro....
donde Ryu siempre la esperaba.
- Mamá voy al lavabo ahora vuelvo.
V;
Seguía contando las personas que entraban y salían por aquella puerta automática de cristal, cuando llegaba a cien volvía a empezar, era una forma muy simple de distracción, entonces la ví, aquella chica contaba como dos personas, dios mío… La miré, la volví a mirar, hasta que me pilló, me miró con cara de susto y evidentemente me sentí ofendida, “No se habrá visto al espejo” pensé; retiró la mirada y siguió caminando.
GOGORDA, FOCA, VACA, MORSA, BALLENA, FEA, FOFA, MONSTRUO, ZEPELÍN, MOBBY DICK, OBESA, PELOTA, GOR-DA DE MIER-DA… y así consecutivamente, me subo al coche haciendo grandes esfuerzos, mi madre cierra la puerta. Silencio… Mete la llave y el motor se enciende. Miro por la ventana. Silencio… Veo a mi madre que me mira a hurtadillas por el retrovisor, sigo mirando por la ventana. Llegamos. Aparca. Se baja del coche, me echo a llorar. Me abre la puerta, me ayuda, consigo salir del coche. Maldito verano, estoy sudando y entonces como por arte de magia viene una ráfaga de aire frío, me gusta, me alivia… Caminamos hasta la puerta de cristal, la cruzó, miro hacía el suelo, sé que me están mirando, miran mi culo, mis piernas, mis brazos, mi… Mi barriga…
Y entonces la veo a ella, me está mirando “Wow” me asusto. “Con lo fácil que sería todo si yo fuera como ella” se ofende, me mira con asco, decido seguir adelante agachando la cabeza, para que nadie pueda verme.
- ¿Carla?¿ Carla que más? Vale, lo tengo. Planta seis, endocrinología.
Asentí, notaba su mirada en mí, comencé a moverme por el pasillo en dirección a la sala de espera, notaba como me miraban, como el estruendo de mis pasos en el suelo les despertaba una cruel mofa en verso a mi cuerpo, les odiaba, les odiaba a todos y a cada uno de ellos.
Antítesis; V.