Volví.
En qué demonios estaba pensando? Tú nunca me quisiste... ¿Para qué engañarnos con tonterías y juegos, porqué buscar algo que nunca existió? Que siempre fue cosa de uno y no de dos...
Siempre se te dio bien la manipulación, tus palabras eran efímera felicidad, un engaño, publicidad barata del amor, falsas promesas de una vida mejor.
Siempre fuiste así, arrepentido, fracasado, cansado de tu vida, basada en una obra, donde según tú la única norma era sobrevivir. Metidos en un juego en busca del mejor postor, en busca de la pérdida, descubrir quién podía más, quién era capaz de romper la cuerda con más crueldad, ver quién hacía trizas más rápido el corazón del otro, me cansé de pedazos, de jirones de ropa, me cansé de tanta perdida y tanto dolor, me cansé del juego y abandoné mi posición, dejé de tirar de aquella cuerda que nos unía. Y ahí estabas tú, tirado en el suelo, desconcertado, leyendo aquellas palabras que salían de mi boca: GAME OVER.
"Ahora que él no puede tenerla, cree que no puede vivir sin ella"
V.
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