Para decir adiós, tus ojos tienen que olvidar su cara, tus oídos tienen que olvidar su voz, tu cabeza tiene que olvidar su nombre, y tu corazón… tu corazón tiene que olvidar tu amor por ella.
Mientras uno esté vivo nada ha terminado. No hay conclusión, así que tampoco hay un “vivieron felices para siempre”. Sólo hay un “cada día empezamos de nuevo, juntos”
Todo lo que hagas en la vida será insignificante, pero es muy importante que lo hagas, por que nadie más lo hará. Es como cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice: "no estás mínimamente preparado para esto"; pero la otra parte dice: "hazla tuya para siempre".