martes, 25 de mayo de 2010

Looking for...



Él: "Se acabó" se lo repetía una vez detrás de otra, ella lo había abandonado, se había largado, la había perdido, para siempre.


Ella: "Se acabó" se dijo una única vez, se había cansado de él, de su pesimismo, de que le jodiera las noches, de la independencia que había creado sobre ella, de su obsesión.


Lo había querido como a ninguno, como no había querido nunca a nadie, pero aquello se había acabado, se había cansado de esa felicidad que él le proporcionaba, de esa seguridad, de ese control, no quería hacer planes sobre el futuro, quería vivir su presente, no amarrarse a ningún puerto, como cual barco velero, extiende sus velas y deja que se lo lleve donde el viento quiere ir. Porque así era ella, o así quería ser ella, dejarse de explicaciones, de cuartadas, de silencios...

No sabía exactamente que era lo que quería, aún. Pero tenía muy claro que no quería lo mismo que ya había tenido durante 9 intensos meses. A la que veía cualquier indicio de ancla, huía, no era lo que ella buscaba, pero qué era lo qué ella buscaba? A saber.


lunes, 24 de mayo de 2010

Crónicas de cinco adolescentes II

Y ahí estábamos nosotras tres, las dos rubias y yo. Hablando de todo y de nada, pero acabando siempre con el mismo tema, con la misma historia, con aquella espina que no conseguíamos sacar de nuestras vidas, de nuestros corazones. Ninguna de nosotras iba a cambiar, ningún consejo nos devolvería la vida, o nos lo devolvería, sabíamos muy bien lo que queríamos, o si más no, sabíamos qué era lo que no queríamos.  ¿Tan difícil era seguir adelante, levantar la cabeza y mirar al frente?  ¿Por qué nos aferrábamos a lo que pasó en un pasado? ¿Por qué no nos cansamos de autoconvencernos de que él verá la luz y se presentará en nuestra puerta?


V.

Amelie.




Entonces ella se quedó mirándolo fijamente a los ojos, sorprendida por encontrarle al otro lado de la puerta cuando hace menos de 15 segundos pensaba que lo había perdido para siempre.
Él iba a comenzar a hablar cuando ella posó la mano sobre sus labios impidiéndole hacerlo, le coge de la chaqueta y tirándo de ella hacia dentro de la casa, cierra la puerta sin mirar atrás.
Léntamente, se acerca hasta a su rostro hasta darle un beso en la comisura de su labio, después se dirige hasta la zona de detrás de su oreja derecha y le da otro pequeño beso, esta vez cierra los ojos y tarda más en separarse de su cuello. Por último, sin dejar de seguirle con la mirada, sus labios carnosos se acercan al párpado izquierdo de él y le da el último beso.
Tras separarse, ella señala su comisura y él, dubitativo pero deseoso, se acerca y repite el mismo juego de besos: uno en la comisura, otro en su cuello y el último en el párpado.
Ambos se miran, se rozan, se desean con la mirada y en ese momento se dan cuenta de que estaban hechos el uno para el otro.
Así, Amélie y Nino se unieron más aún y se besaron al otro lado de la ventana, mientras que el hombre de cristal miraba desde su piso contento de que Amélie por fin no huyera del amor.


Crónicas de cinco adolescentes I



Somos seis chicas, dos rubias, dos morenas y la otra indefinida. No sé qué me impulsa a escribir sobre nosotras, supongo que será el hecho que nos une, el amor, l’amour, love, en definitiva, eso que nos hace llorar los domingos por la tarde cuando no tenemos nada que hacer y nos dedicamos a pensar, aquel sentimiento que aflora al ver una película de drama, ese suspiro al ver una de sus fotos, ese corte de respiración al encontrárnoslo por sorpresa… Cada una tiene su historia, aunque menos una, las demás estamos todas igual, recordando el amor de ese amor aún no olvidado, esperando a que él se dé cuenta de la cagada que cometió, que vuelva y nos estreche entre sus brazos y nos ame, como prometió hacerlo una vez.
Pero la historia siempre es la misma, ¿Somos nosotras las que nos quedamos estancadas? ¿O son ellos los que se olvidan rápidamente de nosotras?
Siempre preocupándonos por qué fue lo que hicimos mal, en qué momento se perdió, por qué se fue o simplemente por qué lo dejamos marchar, por qué puto motivo dejamos que nos venciera el orgullo o ¿Por qué no pensamos antes de actuar?
Ninguna de nosotras lo va a superar, no por el momento. Y sí, podremos decir que es un capullo, que juega con nosotras, pero ahí estamos, y yo me pregunto ¿Por qué? Que tiene él? Ah sí, ya sé lo que tiene, él es el único que consigue sacarte una sonrisa, porque es esa sonrisa la que necesitas para ser feliz.


V.

Él.



Y es todo tan curioso, justo cuando tú me echas de menos, yo te echo de más y al revés. Me cansa esta situación, siempre la misma mierda, odio que me sorprendas con un simple y estúpido mensaje de buenas noches cuando te acuerdas de mi, si es que lo haces. Odio que me ignores durante semanas y de golpe aparezcas, destrozando todo lo que había conseguido. Odio que vengas con esa sonrisa que me desarma. Odio no poder odiarte a largo plazo, que al verte vuelva a caer, odio ser tan débil, a tu lado. 
Por eso quiero estar cerca de ti, lo más lejos a tu lado.

domingo, 23 de mayo de 2010

NUNCA ME HAN BESADO



Cuando besas a alguien y desaparece todo lo que tienes alrededor, y lo unico que existe eres tú y esa persona y te das cuenta de que esa persona es el único hombre al que debes besar durante el resto de tu vida y sientes por un momento algo realmente asombroso y quieres reír, y también llorar, te mueres de felicidad por encontrarlo..y te invade el temor de que se pueda marchar al mismo tiempo..

viernes, 14 de mayo de 2010

For ever?



Cuando amas a alguien, permanece dentro de tu corazón para siempre.
V.

jueves, 13 de mayo de 2010

PERDONA SI TE LLAMO AMOR II

Las manos se multiplicaban como un deseo imprevisto que se convierte en una historia de amor.

PERDONA SI TE LLAMO AMOR

- Las cosas se acaban si hay una razón válida. ¿Tienes una?
- Tal vez no la tengo. Pero tampoco tengo una razón para estar contigo.
"Estamos hechos del mismo material que los sueños"


William Shakespear.

miércoles, 12 de mayo de 2010

She

"Maybe I know, somewhere deep in my soul that love never lasts and we've got to find other ways to make it alone keep a straight face..."

Y mientras sonaba aquella vieja canción, cogí la máquina de escribir que meses atrás había dejado en un cajón del desván junto a mis recuerdos, apartados pero a mano por si alguna vez los volvía a necesitar.
Ahí estábamos ella y yo, mi querida compañera de viaje, llena de polvo ahora. Soplé y miles de espurnas se disiparon en el aire mientras una lagrima resbalaba por mi mejilla dirigiéndose por casualidades del destino a la tecla "A".
La miré con melancolía, con unos ojos que imploraban su perdón; nunca supe el motivo por el cual deje de escribir y decidí callar y otorgar. Al fin y al cabo era lo que había echo durante todos estos años, "Callar y otorgar", dejar que los demás vivieran mi vida y la decoraran como ellos querían...



Posé mis dedos, consumidos por la pena, encima de aquellas teclas que me hacían aflorar sentimientos pasados, amor, dolor, alegría, tristeza, rabia, lujuria, fantasía, miedo, drama, acción, simples emociones que la hacían recordar tiempos pasados en los que no recordaba muy bien si era del todo feliz... Sí, era feliz, cuando la veía sonreír y reírse a carcajada limpia, cuando podían tirarse horas y horas hablando sobre cualquier cosa y se entendían con una simple mirada, aquella mirada que la hacía sentirse tan segura de si misma, aquella que le decía: "Sal ahí fuera y demuéstrales de lo que eres capaz".
Ella le prometió que nunca la dejaría sola, que siempre irían juntas de la mano, pero a todo el mundo le llega su hora, y se fue, dejando con ella sus recuerdos y volando hacia un lugar si más no mejor. Se sintió tan abandonada entonces, tan vacía....


Aquella tarde salió a pasear por el puerto, estaba todo tan calmado, ni el viento se atrevía a revolotear al lado de los allí presentes... Se sentó donde lo solían hacer, y allí, con la mirada perdida hacia un horizonte lejano se estuvo hasta que el sol desapareció.
Se levantó y en ese preciso instante, ocurrió...
Una brisa de aire cálido la envolvió, abrazando cada centímetro de su piel, estrechándola fuertemente como solo ella sabía hacer...

Y con una sonrisa en los labios fue camino para casa, mientras una lágrima se confundía con aquella brisa marina, con ella, con su mamá...


 V.